Después de mucho tiempo sin aparecer por acá, me digno a escribir. Admito que no era porque me encontrara ocupada, ni nada de eso, simplemente si me decidía a escribir iba a caer en un pozo depresivo del que se me iba a hacer difícil salir, pero creo que ahora sucedió...
Quisiera que fuera diferente pero por mas que lo intento, no lo logro y me deprimo mas.
Hoy es domingo, un domingo como todos los demás; En parte si y en parte no. Porque es un día tan aburrido como cada domingo, de esos en los que me hace reflexionar sobre mi propia vida y en los que comienzo a darme cuenta de que nada esta bien, ni lo que hago, ni mi propia vida, que hasta carece de sentido. La encuentro tan monótona y aburrida que pienso en la solución, pienso en ponerle un fin, pero me encuentro con tan poco coraje para hacerlo que me conformo con agarrar una cuchilla de un sacapuntas y descargarme en mi muñeca. Al culminar, contemplo mi obra de arte y la aborrezco. Aunque cosas así suelen ser mas comunes los domingos, suceden cualquier día..
Mis domingos eran lindos, perfectos, cada vez que él formaba parte de ellos. Me hacia mantener la esperanza y la mente ocupada, pero en él.
Pero cuando cambia de planes mi mundo se viene abajo y mis domingos se convierten en domingos suicidas. Me doy cuenta de que estoy sola y que ni siquiera es capaz de quedarse a hacerme compañía virtualmente, ya que no va a hacerlo físicamente.
Pero la gente aun no sabe que tan peligrosa puedo ser un domingo suicida, con coraje y sola...